Faraway, dice;
Y los ojos se le llenan
De distintos matices de verdes.
Faraway, repite.
Lejos, muy lejos,
Unos juncos duermen
La siesta de verano,
En ellos el río se refleja
Y parecen danzar
En el sopor de la tarde.
Lejos, muy lejos,
El rumor de las hojas
Movidas por la brisa
Le trae recuerdos ya olvidados.
Faraway, repite.
La memoria,
Luna cautiva,
Flota entre las aguas.
Y el inglés va cayendo
En el sueño del río.
El río es un camino esperando sus pasos.
Sonia Bernades